Cuando te fijas en que, siempre ha habido alguien, no muy cercano y no muy lejano, que con tantas vueltas de la vida te llevo a unirte con esa persona y a aprovechar el momento y no iba a dejarlo pasar, iba a por todas, todo o nada, todo en la mesa... no tenía nada que perder mucho que ganar, dulce suerte del destino que me dejo ganar, bendición pensé, dios existirá y le caí bien, o se fijo en mí, pero que dios ni que leches, es ella, no puedes resistirlo y debías ir cual tentación, tentación que tu cuerpo y el suyo acepto y que poco a poco esa tentación se convirtió en vicio, el vicio en necesidad y la necesidad en adicción, adicción irresistible que necesitas sin mas que es imposible vivir sin ello cual droga que te llama, como la libertad que te grita, como la felicidad a tu puerta, una dulce mañana de primavera, un otoño bajo los árboles, un invierno paseando en la nieve, un verano por los verdes campos...
Y cuando ya no puedes mas, te das cuenta, ella se lo merecía todo, estas en sus manos, estas en su red... pero en una red no tejida con dolor y desconfianza, sino con amor felicidad, alegría, necesidad, confianza y todo el amor que puedas dar...
Vueltas de la vida, la vida es bella, el mundo una mierda, pero ella... Perfecta.
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