martes, 20 de diciembre de 2011

Rosa sin espinas

Es solo, el simple hecho, de si algún triste y desgraciado día estoy sumido en la propia caída y a manos de mi autodestrucción, saber, que voy a tener un hombro en el cual apoyarme, un brazo en el cual llorar, un cuello para encanijar la forma de mi barbilla y con mi brazos apretar fuerte una espalda que me devolverán el abrazo.
Ese simple hecho, tenerla ahí para mi, para siempre, me hace pensar que si al principio, una atracción, seguido de raros sentimientos, la atracción crecía de forma imparable, hasta convertirse en un " me gusta", con el tiempo paso a un " la quiero", ella sola se gano el " te amo" y ahora, esta en un " al amo y no puedo vivir sin ella".
Ahora fuera de ese fango solitario, tengo alado a un ser que volvió de los infiernos después de quemaduras y ardores, para mi es venido de el cielo, y trae consigo cuerdas y almohadones, con las que me ata hasta no separarme y con los almohadones crea esa comodidad exquisita para deleitarme, que nunca experimente y jamás voy a perder.
TÚ! eres ese ángel, TÚ eres mi salvación y... TÚ! mi rosas, sin espinas...Te amo.

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