lunes, 30 de enero de 2012

No sin mi!

Te quiero, dulces palabras que ni miles de años arrancaran de mis labios, calientes y dulces las pronuncio y dios sabe que solo son para ti.
Nunca e tenido razón ni interés alguna en ocultar lo que siento por ti, porque ya casi son 5 con felicidad, con alegría y con toda tu belleza, te quiero por muchísimas razones de las que podrías imaginar y yo explicar. Te quiero porque me haces sentir feliz, te quiero porque me haces sentir seguro, te quiero por la alegría que continuamente me produces, te quiero porque sabes lo que quiero y das sudor y sangre por conseguirlo, te quiero porque siempre te preocupas antes por tu felicidad que por la mía, te quiero porque se que nunca me dejaras bagar solo, te quiero porque aun siendo un poco fríos tus escritos me haces sentir muy cálido, te quiero  porque nunca dejaras que me pase nada que puedas evitar, te quiero por la sonrisa que me saca ver ondear tu dulce melena dorada por el fondo de las calles mientras paso a paso y con una preciosa sonrisa se acerca a mi, te quiero por esa sensación infinita de necesidad hacia tus labios, te quiero  por no saber despegarme de tus brazos.
Son pocas las razones que ahora escribo, pero se que ahora mismo desde tu sofá, con el móvil en tus manos  estas leyendo este texto, yo considero vulgar, pero sincero.
No se cuanto podría dar por ser ese móvil, o esa manta marrón, o cualquier cosa que ahora mismo este en contacto con tu suave y cálida piel.
Pero se que te amo y te quiero mas que nadie que haya estado en contacto contigo lo tengo muy claro.
Solo pido, no estés nunca, sin mi!

martes, 24 de enero de 2012

Ni espada, ni pared.

Volver a casa, solo, caminando bajo el frió y mirando al cielo, con esa sonrisa y esa cara de bobo, esa enorme mueca de felicidad imposible de expresar de otra forma, solo deseando que ella pueda estar junto a mi para que mire conmigo las estrellas y poder decirla que cada una de ellas es una gota de amor que derramo por ella. no siento un puñal en la espalda que te oprime contra una dura pared, mientras se acerca a ti y te susurra al oído " estas solo, no tienes a nadie y nadie te quiere ni lo ara", esa sensación se acabo, se acabo ya hace tiempo, hace cuatro meses, viente días, seis oras y catorce minutos ahora mismo, porque se lo mucho que me quiere y se que no estoy solo, que siempre la tendré conmigo y que nunca me ara daño.
juro que me gusta irme a mi mundo y pensar, que este donde este, siempre la voy a recordar y llevar en el fondo de mi, ya sea a diez mil kilómetros o tan solo diez centímetros.

domingo, 15 de enero de 2012

Un minuto.


Ahora mismo, solo mirando por la ventana, pienso en como llueve, en como cae el agua sin cesar chocando con el frio asfalto y esa cálida cesación de estar en casa al calor, y solo puedo imaginarme no en la mesa de un ordenador como tristemente me veo, sino abrazado a ella tumbados en mi cama, con la persiana subida y mirando a la calle mientras caen jarros de agua, en ese momento en el que ella me mira a los ojos, se acerca lentamente y me da un beso, me dice en voz baja " te quiero", yo la respondo " te amo" y entonces, seguimos mirando, juntos, abrazados, cómodos pensando en cómo pudimos vivir el uno sin el otro.
En uno de esos momentos, solo se te pueden tensar los músculos sin querer, cubrirla con tu brazo y apretarla a tu pecho hasta quedarte sin ninguna fuerza.
Es como esos momentos en los que ella se acusa a si misma de imperfecta, de capricho, de objeto o de cualquier otra burrada, en la que algo por dentro de ti estalla de ira por el hecho de saber la equivocación que comete al acusarse, pero es una ira ni violenta, ni desagradable, sino un sentimiento en el que solo quieres explotar de dentro abrazarla agarrarla tumbaros en la cama y no soltarla por nada.
me imagino, hacheándome a dormir, abrazado a ella, cuya espalda pegada a mi pecho y al despertarme, girarme y ver que no es un sueño, que sigue estando ahí y que te de un beso, un abrazo y una palabra de su boca.
Y que en solo un minuto, mil imágenes me pasen por la cabeza en este instante, un pueblo, un paseo, una playa, una mirada, una noche, un abrazo, una caricia en la cara, un viaje, un sueño, un dormir y un despertar, un te quiero de sus labios, y uno de los míos, un verla de lejos y se te acelere el corazón, un irte y se te rompa, un mediodía verla acercar, una tarde y un café, una biblioteca, ella escribiendo una carta, yo leyéndola entusiasmado, un mensaje en el móvil, una foto conservada, una sonrisa imposible de bajar, esos ojos que se arrugan cuando la sonrisa se sube, ese liso pelo de oro al moverse y esos ojos al oscurecerse, ese abrazo si hace frio, esa mano en mi bolsillo, esos días inigualables y los que los superaran...
Mil cosas que han pasado, mil cosas que pasaran.
Una imagen, un minuto, mi imaginación, y tú, a mi lado. 

martes, 3 de enero de 2012

Mi felicidad!

Intento prometerme, no volver a estar nervioso, no volver a cometer los errores ni chocar con esa piedra.
Intento no extrañar nunca la felicidad. Pero, me e dado cuenta, de que añorar la felicidad es muy difícil
es difícil si la tengo a mi lado, es difícil si me besa, es difícil si me abraza y aunque no la tenga, se que me espera, como siempre, con su sonrisa en la boca cuando me acerco, con sus ojos bien abiertos, asegurándose de la realidad que ve.
Se que es difícil y lo sé, por el simple hecho de que no quiero ni intentarlo ¡jamas!, no arriesgarme a ello.
Y el simple hecho de pensar, en no ser feliz, solo tengo una idea de como podría ser y me parece tan aborrecible, desagradable y repugnante como ninguna, a la vez que dolorosa.
Ese seria el hecho de no tenerla.
Dado que yo ofrecía mi felicidad, a quien mas lo necesitara, a mi me sobraba, podía ofrecer! ella vino con los brazos abiertos y dispuesta a ser animada... Conseguir mas de lo que nunca hubiera esperado.
La cogió toda, yo no se lo negué, dado que fue en un momento, en el que si ella la tenia yo seria feliz...
Y nunca mas, quiero experimentar la falta de felicidad, es más, are todo lo que este en mi mano, en mi pecho y en mi alma, para que esa muesca de alegría eterna, ¡jamas se aparte de mi!