martes, 3 de enero de 2012

Mi felicidad!

Intento prometerme, no volver a estar nervioso, no volver a cometer los errores ni chocar con esa piedra.
Intento no extrañar nunca la felicidad. Pero, me e dado cuenta, de que añorar la felicidad es muy difícil
es difícil si la tengo a mi lado, es difícil si me besa, es difícil si me abraza y aunque no la tenga, se que me espera, como siempre, con su sonrisa en la boca cuando me acerco, con sus ojos bien abiertos, asegurándose de la realidad que ve.
Se que es difícil y lo sé, por el simple hecho de que no quiero ni intentarlo ¡jamas!, no arriesgarme a ello.
Y el simple hecho de pensar, en no ser feliz, solo tengo una idea de como podría ser y me parece tan aborrecible, desagradable y repugnante como ninguna, a la vez que dolorosa.
Ese seria el hecho de no tenerla.
Dado que yo ofrecía mi felicidad, a quien mas lo necesitara, a mi me sobraba, podía ofrecer! ella vino con los brazos abiertos y dispuesta a ser animada... Conseguir mas de lo que nunca hubiera esperado.
La cogió toda, yo no se lo negué, dado que fue en un momento, en el que si ella la tenia yo seria feliz...
Y nunca mas, quiero experimentar la falta de felicidad, es más, are todo lo que este en mi mano, en mi pecho y en mi alma, para que esa muesca de alegría eterna, ¡jamas se aparte de mi!

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