domingo, 22 de julio de 2012

P.rincess

Era ella, dulce bailarina de tacones de diamante en suelos de cristal la que se tambaleaba sin rumbo alguno, bailando en solitario cual naranja partida que solo se exprimía ella sola dejando caer el fruto de sus ojos en bañeras que alimentaban su propia tristeza la cual me enamoro, su mirada aunque nublada y turbia me dejaba ver en momentos de aclaro hasta la mas pequeña de sus frustraciones y su sonrisa de esa niña que creció demasiado rápido y cada día mas intentaba salir, cuando te hablaba todo quería parecer negro, oscuro con tiras de cuero que a ella misma la ataban, pero sin darse cuenta solo eran rayos de sol que salían de entre unas nubes de tormenta de las cuales te intentas apartar pero sabes que si te quedas y esperas todo es mejor, pues no hay forma mas dulce que secarse de una tormenta que con el sol, cálido y agradable que viene a continuación.
Ella me desprendía ese calor que me secaba cualquier mojadura, siempre perfecta en cualquier sentido, con esa sensación que te agarrotarías con tus frías manos tanto a su cuerpo que ni el sonido de los finos hilos de aire que pasan entre nuestro pelo podría oírse, cuando la bes solo quieres besarla hasta que tus labios sena tan suyos como lo son te ti.
Tú eres la alegría de cada día que se convierte en la de mi vida, porque si tu algún día provocases una tormenta aprendería a bailar bajo tu lluvia solo para volver a ver tu sol.
Tengas un dia malo de los que solo quieres ir al baño y cojer todos los botes de medicamentos, mientras te miras al espejo con lagrimas en las mejillas y manos con una botella de whisky las ayudas a pasar por tu garganta sabiendo que va a ser lo ultimo que tu lengua pueda tocar, sabes que ella estaría ahí y que te cojeria la mano en la que tienes ese bote infernal y lo vaciaría en el suelo, te agarraría la cadera bebería un sorbo de la preciada bebida y tu lengua junto con la suya te daría mil razones mas por las cuales vivir.
Que si ella tuviera un dia horrible, tu te cortarías con una sierra sin filo cada una de tus extremidades solo si de ello sacaras que ella no volvería a sufrir ese mal.
Porque princesa mía de cabellos de oro, ojos infinitos y tacones de diamante, yo bailare contigo cada día la danza mas pegada para poder sentir tu aliento en todo minuto, tu suelo sera de cristal y mi amor por ti eterno, pero si el cristal rompe mi amor prevalecerá y yo, caeré contigo, donde sea que caiga, no mirare abajo, solo a la belleza con la cual bailo, unicamente te pido que tomes mi mano y aceptes la petición de este pobre loco por ti.
Baila conmigo.

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