viernes, 23 de diciembre de 2011

¡No te alejes!

Tener miedo, a no ver su sonrisa, a no perderte en sus ojos, a no oír su voz, a no tener sus abrazos, a no sentir sus dulces labios contra los míos, mientras delicadamente bajan hacia mi cuello, lo besa y con sus dientes, blancos y frágiles como perlas me muerden mientras sueltan una pequeña bocana de aliento que me hace estremecer, ponerme la piel de gallina, temblar y solo desear besarla hasta que se congele el infierno y arda el cielo.
Miedo, a no coger su mano y me la apriete con fuerza, miedo a que no me agarre de el brazo mientras yo al aprieto sin dejarla bajar, miedo a quedarme sin largas conversaciones sin fin, miedo a no saber qué hacer si no la ves un solo día, miedo a no llorar pensado en lo feliz que eres o lo mucho que la amas.
Miedo a acostarte por la noche y pensar en que solo eres un triste desgraciado, que tuvo a la mejor oportunidad de la felicidad eterna que te ha dado el mundo y haberla perdido...
Existe una frase, la cual es: Si quieres a algo, déjalo libre, si vuelve sabrás que es tuyo... Pues sabes que le digo, que a tomar por el culo la frase, el refrán y quien lo escribió, ¡Yo la amo! y no pienso arriesgar que lo mejor que me ha podido ofrecer la vida se aleje de mí, es mi vida, es mi amor y por mis cojones, que siempre lo será!

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